A finales del 2021 la inflación en los Estados Unidos de América alcanzó el 7% interanual, lo que viene a ser su aumento más importante en el último siglo. Lo cual beneficia tanto a los países desarrollados como a los emergentes, pero estos últimos en mayor medida. Esta hipótesis es apoyada por Alejandro Useche, un economista graduado de la Universidad del Rosario de Bogotá, Colombia. Declara que “bien es cierto que existe un momento de tensión para toda Latinoamérica, puesto que la inflación de USA no es exclusiva del país, sino que abarca a la mayoría de las naciones a nivel global. En un principio se debe a la crisis del COVID-19, la cual ha generado un alza en los precios de los bienes y los servicio.”

Pero Useche también indica hay diversos sectores de Latinoamérica que se benefician con el alza de la inflación en la Primera Potencia Mundial (aunque les afecte de manera directa), como, por ejemplo, los bienes que se producen en el continente. Los cuales compiten en el mercado internacional con otros similares elaborados por USA. Eso sugiere que cualquier empresa latina que compita contra una estadounidense tiene la ventaja de materia prima y mano de obra, ya que no deben gastar demasiado en la producción.

Según sus análisis, “si la inflación mantiene esta tendencia alcista, Estados Unidos deberá vender sus productos en el mercado global a un precio más elevado que su competencia. Lo que significa que Latinoamérica ganará competitividad en el mercado, ofreciendo bienes o servicios que sea más seductores por su bajo costo.” Por otro lado, alega que los países suramericanos han experimentado un alza en las materias primas de recursos naturales con fines energéticos, los cuales se han estado vendiendo a un alto precio. En este caso, los tres países que se benefician de la inflación en USA son: México, Colombia, y Brasil, ya que se consideran los tres principales motores de Suramérica, con un gran número de habitantes y fuerza laboral.