Tres décadas son las que han pasado desde los sucesos de Hillsborough. El 15 de abril de 1989, 96 personas perdieron la vida contra las vallas del estadio de Hillsborough. La avalancha fue provocada por el mal estado del estadio y por el exceso de aforo.  Los aficionados fueron a ver el duelo por las semifinales de la Copa de Inglaterra entre el Liverpool y el Nottingham Forest.

El mundo del fútbol no ha olvidado ese suceso y mucho menos se han olvidado en la Premier League. El pasado fin de semana las aficiones de Liverpool y Chelsea aprovecharon, el encuentro que disputaron sus respectivos equipos en Anfield, para rendir un minuto de silencio por los 96 fallecidos de la tragedia. Tras el homenaje, el Liverpool de Klopp se llevó la victoria con un contundente 2-0, que le mantiene en la pelea, con el Manchester City, por la Premier League.

Para el recuerdo tienen que quedar las angustiosas imágenes que se vieron ese 15 de abril de 1989. Ese suceso marcó un antes y después en la seguridad de los estadios. Afortunadamente, ese tipo de tragedias están más controladas, aunque todavía hay algún caso de gradas que se vienen abajo durante el transcurso de un partido de fútbol. Un ejemplo se vio en España, en el 2014, donde hubo 68 heridos, en el Reino de Navarra, al caer una valla por una avalancha en la celebración de un gol de Osasuna frente al Betis.